FRESCURA, ALTURA Y SABOR A JOCOTE DE CORONA.
San Vicente, ocupa el segundo lugar en producción de jocote, se calcula que la presente cosecha ha dejado un 35% a nivel nacional, traduciéndose a más de 1 millón de semillas que se venden en el mercado local e internacional.
3 horas diarias, es lo que tienen que caminar desde el poblado de San Vicente hasta el volcán Chinchontepec, los agricultores de jocote corona para su recolección; este peculiar fruto se encuentra a 1,300 metros de altura de dicho lugar.
Doña Elba Merino, propietaria de una manzana de cultivo, asegura que tiene que caminar hasta tres horas para cortar, cuando la cosecha empezaba se cortaban hasta 3,000 jocotes diarios. Ella asegura que en el mercado el ciento lo vende a $5 dólares, y es el mismo precio el que le pagan a los cortadores por cada mil recolectados.
Asegura que las plagas este año han disminuido; tiene 9 hijos y poco se quieren incorporar en la corta, siempre le ha gustado trabajar el campo.
Los medios para transportar el producto son diversos desde caballos, mulas y dos vehículos de dos propietarios son los ocupados para llevarlos hasta el pueblo.
En total son 50 manzanas las que se cultivan alrededor del volcán, a diferencia de lo sembrado en Santa Ana, aquí se presenta el monocultivo es decir que el cultivo del jocote esta solo sin otro cultivo a la par, en cambio en el Occidente la siembra del jocote se da en 95% con la cosecha del café.
Son 40 productores los que tienen entre media manzana y una para trabajar y sacar toda la utilidad posible para su subsistencia, en la actualidad se ha conformado una Cooperativa Chinchontepec, donde sobresale la venta de la obra hacia empresas que lo exportan hacia otros países.
Tal es el caso de don Fabio Alvarado quien tiene cultivada dos manzanas, su utilidad lo lleva a vender hacia el mercado de Cojutepeque, a la vez ofrece la cosecha a 0.70 y 0.80 centavos de dólar por libra a empresas como Río Grande y Tropic.
CENTA CON PRODUCTORES.
El ing. Jorge Alberto Duran Rodríguez, del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), detalla que desde el 2004 se vienen realizando estudios en la zona sobre el fruto, para detectar plagas, problemas de la mosca y las soluciones que se les han planteado a los trabajadores.
Al menos en esta cosecha se estima que un 40% de los árboles frutales se han visto afectados, llegando a un 20% de afectación del jocote.
Dentro de las plagas que se han identificado hasta el momento se encuentran las provocadas por los insectos dejando el fitoplasma en el fruto, provocando lo que se considera el pitarrio.
El ingeniero Duran explica, la construcción de trampas aéreas y terrestres, como las bandejas y los recipientes con jugos de naranjas donde los insectos puedan quedar atrapados y evitar que infecten el jocote.
“Cuando el árbol empieza a dar jocote en forma de gajo como uvas y se mira sin color, es cuando se tiene que podar el palo porque ya esta enfermo, este año por las lluvias se ha presentado el problema del granizo”, detallo el ingeniero Duran.
Sin embargo resalta que los estudios sobre el tema siguen, y han evitado hasta el momento que el número de perdidas sea mayor.
Para el coordinador del CENTA a nivel nacional del programa Frutales, ing. José García, argumenta que el jocote corona es un cultivo rentable, y en los momentos de crisis del café se vio como alternativa para paliar los costos de la inversión, también aparte del jocote se esta empezando a plantar aguacate en la zona.
“Nuestros técnicos tienen varios años de estar trabajando aquí, estamos siguiendo estudios y hemos tomado medidas para restar la enfermedad del jocote, los agricultores han sido los beneficiados”, detallo el coordinador.
EN CIFRAS:
De 900 metros a 1300 metros de altura es lo ideal para que se desarrolle el jocote corona.
En total son 150 hectáreas las que se trabajan en san Vicente con la cosecha del fruto.
En el mes de abril se siembra la estaca del fruto, y después de 3 años empieza a dar cosecha entre septiembre y octubre.
Los árboles sembrados por manzana rondan los 75 y 80 palos.
La temperatura tiene que oscilar entre los 18 y 20 grados centígrados para su reproducción.
